lunes, 27 de julio de 2009

Gafas para viajar en el tiempo




En estos días me regalaron unas gafas oscuras, de un color algo así como café, yo por lo general no me pongo gafas oscuras, porque me da pereza cargarlas por ahí, y todo el cuento de estar pendiente cuando me las tengo que quitar... bueno, el caso es que este fin de semana me fuí a caminar por la tarde, y había un exceso de sol insoportable, así que me dió por llevarme las gafas. entonces cuando me las puse, me dí cuenta de que todo se veía como en las fotografías viejas, las que eran a color, pero que siempre parecían tener un velo amarillento y opaco encima. de pronto me pareció que todo se veía más divertido, me imaginaba cada cosa con una cubiertas de plástico grueso en colores brillantes, y carros en colores pasteles, me fuí a caminar entonces por ahí con cara de idiota, mirando todo como si fuera un viaje en el tiempo muy barato.

Ya cuando volví a mi casa, me puse a buscar las fotos viejas de la familia, como para llenarme más la cabeza con imaginaciones de las vidas de los que vivieron viendolo todo con un velo amarillento.

miércoles, 8 de julio de 2009

Fuego cruzado











En estos días he estado debatiéndome conmigo muy a menudo, yo siempre supe que dentro tenía muchas personas, igual no hago más que contradecirme, tanto en lo que digo como en lo que hago, e incluso en los pensamientos que se supone que me guían. Pero hace poco, dos de las personas que tengo dentro se han puesto demasiado definidas, y territoriales, ya hasta se me hace que voy camino a la esquizofrenia; porque las luchas internas son bien evidentes, con discusiones argumentadas y rebuscadas, bien impregnadas de estres y de gestos imperiosos que, lamentablemente, todo el mundo puede ver. He tenido ocasiones en las que paso de tristeza o ira a las carcajadas incontrolables, en lugares publicos en los que la gente no aprecia mucho que uno se ría solo y se comporte como desadaptado; así que lo único que me queda es buscar una manera de acelerar el proceso, porque si no voy a volverme loca de las que tienen que tomar pastillas, entonces espero que al menos una de estas personalidades tome el control finalmente, que aunque es cierto que sería más aburrido, por lo menos llegaría a ser mas saludable, o manejable.

El ejemplo más claro de todo esto me pasó el sábado pasado, cuando me reuní con unas amigas que no veía desde hace más de un año, y que eran mis amigas del colegio. Ellas siempre fueron lo opuesto a mi, rumberas, a la moda, con novio estable y futuros claros; así que cuando me las encontré, de repente decidí que quería ver que se sentía vivir un rato como ellas, sin preocuparme de males mundiales que puedan resultar en catástrofes de niveles cataclísmicos, sin pensar en todo lo que esta fuera de mis manos, sin negarme cosas solo por hacer parte de todo lo que se me hace medio mañé o desdeñable, como cualquier cosa que no me haga mejor en mi cabeza... jajaj vaya idiotez ¿no?, así que esa noche bebí el licor de las fiestas regionales, fumé sin pensar en que tanto eso me asemeja a mi madre, o en el cáncer que ha matado a la mayoría en mi familia, o en el hecho de que no es que me guste gran cosa, e incluso me dejé llevar por el llamado del tambor al que siempre le hago malacara, y bailé por todos los bailes que me he saltado y seguro me saltaré.
Al día siguiente me levante como siempre, temprano y con ganas de no desperdiciar un segundo en nada que no fuera productivo, pero el sabor de ese impulso por no ser la controladora obsesiva de siempre todavía estaba ahí (principalmente recalcado por las muy dolorosas punzadas en mi cabeza).
Así que me puse a pensar en cómo mi falta de voluntad de repente se había dado la vuelta, porque si soy honesta, yo solo tengo fuerza de voluntad para NO hacer cosas, como lo que no hace parte de la imagen controlada, o las cosas que me da miedo hacer ; que son por lo general las que me muero por hacer pero, que si hago y no logro mis espectativas, solo me llevan directo al mar de desaparición en el que yo me dejo ahogar tan fácilmente. Y ahora, por un lapso mínimo de tiempo, me había dado la fuerza de experimentar con algo que, aunque ya no me causaría ni remotamente el mismo sentimiento de exitante self-revange, seguía constituyendo una de las cosas que yo no me dejo hacer.


Luego, mirando mi comportamiento de los últimos dos años, finalmente llegué a la conclusión de que las señales de guerra se hacían notar desde hace tiempo, aunque en dosis limitadas, y bien espaciadas entre ellas, no como parece ser el caso últimamente, todo tiene, en cierto modo, más sentido: el cambio de carrera, un aumento en los niveles de condescendencia, la publicación de alguna que otra de las pendejadas que escribo, menos cuidado en cada paso, menos reservas, menos cuidado por los sentimientos ajenos, más tonterías oficiales....

Después de tanto auto análisis, terminé dormida el domingo como desde las cinco de la tarde, y ahora todo esto se me hace como denso, como molesto, y medio inquietante, porque, ¿quién sabe que tan sucio se pone el juego entre las personalidades? el caso es que hasta ahora todavía hay rasgos definidos del mí común: la impaciencia por ver y saber más, la adicción a la ficción, los sentimientos de culpa cuando me pongo demasiado irresponsable, la claustrofobia cuando no hay Internet y nada de acceso al resto del mundo... and yet, cada vez más me parece que veo algo de vez en cuando con el rabillo del ojo, como que algo se me viene encima... la cosa es... ¿si será mejor malo conocido? ...

jueves, 2 de julio de 2009

Estados alteredos y limites




-¡Maldita sea! ¡Detesto tener limites!- dijo Violeta mientas miraba su vaso vacío,-¿cómo es que el café desaparece siempre tan rápido?
-Cierto, los limites son lo peor, uno siempre está viviendo su vida como de puntitas entre la pared y el desfiladero- dijo Clara con vos distraida
-¿Qué es lo que estás mirando? –preguntó Violeta tratando de girarse para mirar, pero Clara la interrumpió a medio camino
-no mirés!!! Ahí esta ese niño lindo de economía, se parece a Luis… ahhh se está llendo, vamos! Vamos a ver para donde va!- dijo Clara levantándose de la mesa con decisión.
- !y entonces!? ¿Lo vamos a perseguir como unas locas por toda la universidad porque se parece a tu ex-novio?- dijo Violeta con irritación, al tiempo que se levantaba para acompañarla.
-Él no era mi novio, además no es como que tuviéramos algo mejor que hacer ¿no?- dijo Clara con una sonrisa de las que ponía cada vez que encontraba algo con que jugar.
En eso si tenía razón, llevaban solo una hora de las cuatro que tenían antes de clase, y que se le va a hacer, la idea de perseguir a alguien sin ser descubierto siempre le pareció entretenida a Violeta, así se quejara todo el tiempo y le dijera a Clara que era una stalker sin nada productivo por hacer. Igual en esto Clara siempre le había llevado la ventaja, en buscar misterios absurdos que resolver en las horas de ocio, en encontrar la manera de perder el tiempo con algo de creatividad y no mucho de cordura, era justo tan tranquila como para alejar a Violeta de su vicio de preocuparse por nada.
-Miralo! Cogió para artes! Vamos, vamos!- dijo Clara caminando cada vez más rápido, dejandose llevar por la idea de la persecución.
Las dos lo siguieron a una distancia prudente, entraron por la puerta de atrás de música y lo siguieron hasta el segundo piso, en donde los salones de ensayo cubrían ambos lados de la pared. – por aquí como que no tenemos en donde escondernos- dijo Violeta imaginándose el momento en el que las vieran, y tratando de pensar en una escusa para dar al porque de sus muy injustificadas acciones. – Como si nos fueran a decir algo- dijo Clara mientras lo seguía al doblando la esquina hacia un pasillo intermedio.
El que se parecía a Luis se perdió detrás de una puerta de un salón, sus perseguidoras se acercaron a la puerta sigilosamente. –¿escuchas algo?- preguntó Clara pensando que era la primera vez que perseguir a alguien les salía tan bien, por lo general se les perdía el susodicho perseguido en los primeros cinco minutos de persecución.- shhh, ¡habla mas pasito! Creo que están escuchando música, se oye como tambores y flautas… o algo así, agh! No veo nada- dijo acercándose un poco a la ventanita de la puerta- las luces están apagadas, pero se oyen muchas voces- dijo Clara en susurros. – bueno, ¿y ahora que? ¿Qué se hace después de una persecución exitosa?- pregunto Violeta perdiendo el interés, no tenía ganas de sentarse a esperar si salía o que, además el pasillo en el que estaban era demasiado caluroso para su gusto, tenía sed.
La puerta del salón se abrió de repente, y el que se parecía a Luis preguntó sosteniendo la puerta entreabierta detrás de él- bueno señoritas decidan, me van a acabar de perseguir hasta adentro o se van a ir? Una de dos, nos están interrumpiendo-. Clara de repente se puso muy nerviosa, tenía toda la cara roja y no sabía que hacer, Violeta ya estaba irritada del juego, y más ahora que las habían descubierto de una manera tan vergonzosa, agachadas al lado de una puerta en un pasillo que, como ella había dicho, no dejaba posibilidad alguna para esconderse.
-Yo entro, ya me aburrí de este pasillo- dijo Violeta como si la encontraran haciendo de stalker todos los días, mientras se ponía de pie y fingía no sentir ninguna clase de mortificación por la situación. -¿Vamos Clara?- dijo volviéndose a su amiga. –no, yo me voy, que la pasen bien, dijo Clara dándose la vuelta - ¿qué?!- dijo Violeta, pero no tuvo tiempo de ver si Clara respondía, el que se parecía a Luis la cogió de la mano y la metió en el salón, cerrando la puerta detrás de él. El salón vibraba como si el aire estuviera cargado de estática y estaba lleno de humo, Violeta se tardo un momento en acostumbrarse a la poca luz y a la densidad del aire que estaba impregnado con muchos aromas diferentes, tantos que hacían imposible distinguir ninguno, tenían una especie de fogata en el centro del salón, había alrededor de veinte personas que bailaban o tocaban instrumentos como de indígenas, todos se estaban quitando la ropa. – es un ritual de fertilidad- dijo su nuevo anfitrión mientras se quitaba la camisa, y sin darle ninguna precaución, como si el exceso de gente y el fuego no representaran una mezcla peligrosa y estúpida. – Aquí nos dejamos llevar por el instinto- .
Violeta se empezó a girar hacia la puerta, mientras pensaba: ¿como es posible que semejante grupo de bichos raros pase por gente normal?, como se iba a meter ella en algo tan absurdo, algo que Claramente no era más que una excusa para drogarse y tener sexo sin molestarse en saber con quien. Una persona cuerda, y con las cosas Claras no pierde su tiempo de esta manera, se dijo mientras daba un paso hacia la puerta, entonces se detuvo y se dio cuenta de que ya sabia como iba a ser su vida, cada detalle estaba planeado, la locura tenia limites dentro de su cabeza, igual que el instinto, pero, ¿no había dicho siempre que detestaba los limites? ¿En qué momento dejo de arriesgarse a buscar las irregularidades extrañas y retorcidas de la vida? De repente le dio asco la persona centrada aburrida y adormecida que era y, quitándose la camisa, se dio la vuelta para tirarse de cabeza por el desfiladero, ya tendría tiempo de recriminarse el resto de su planeada vida.

miércoles, 1 de julio de 2009

Cosas que no me gustan



- No tener el control
-Que me fastidien el orden en el que hago las pocas cosas a las que les pongo un orden
-Los zapatos incómodos
-Cuando se burlan de lo que creo ( así sea algo que yo me haya inventado)
-Cuando quiero escribir y no lo hago.
- Lamentar las cosas del pasado
- Mi capacidad de desconectar mi boca de mi cerebro y balbucear una sarta de estupideces cada vez que quiero caerle bien a alguien que admiro.
-Preocuparme por tonterías
-Tener responsabilidades de circunstancia
-No hacer lo que me propongo
-Que no haya nada que ver en TV... y aun así quedarme viendo
-Perderme de algo
-Los malos sueños
-No ser buena para comunicar lo importante
-El calor
-El tiempo perdido
-La mezcla de melancolía y desasosiego que me da a veces.
-Ser tan increíblemente egoísta
-Huir de algunas cosas
-no haber visto o vivido tanto como quisiera, o como podría
-La mala relación calidad-precio en la vida
-No poder arreglarlo todo... o que me importe lo suficiente como para querer hacerlo
-No saber dibujar
-No ser un genio.