jueves, 18 de febrero de 2010

Un día.




Un día, por una razón específica, mis pensamientos se fragmentaron. Descubrí que todos tenían cuatro lados, tres dimensiones y diferentes tamaños, también descubrí que al concentrarme en uno perdía otro, pero la concentración, aunque era mucho mayor de lo normal, era muy dificil de mantener por más de unos cuantos segundos. Las sensaciones fueron otro cuento, ellas podían modificar las propiedades de todos los pensamientos, sus colores, mezclarlos y crear resultados absurdos. Nada mejor que el absurdo.Escuchar fue ciertamente una experiencia interesante, como apagar la banda sonora que inunda mis oidos en todo momento, y despertar un poco a las cosas fuera de mi cabeza.


A veces pienso que tal vez habría sido mejor en otro contexto, con otras expectativas, o sin expectativas. Con más espacio y más tonterías.

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