jueves, 17 de abril de 2008

Epifanías


Lo malo de las epifanías es que son muy cortas... y se dejan ahogar fácilmente por esa maquina ruidosa, pesada y desagradablemente constante de lo cotidiano; y entonces el resultado final siempre es que has olvidado la mitad de esos maravillosos descubrimientos justo cuando empezabas a tomar conciencia de ellos...

también pasa que tus habilidades como traductor del "epifánico" al lenguaje de los pensamientos normales son insuficientes, por lo que tu extraordinaria epifanía se convierte en un montón de palabras huecas que se parecen mucho a un cliché.

por eso es que he aprendido que las epifanías no son para crear sabiduría y esas cosas.. están ahí para que las absorbas en el momento con todo el deleite que les puedas sacar, y las recuerdes luego con amargura en los momentos en los que nada tiene sentido.

2 comentarios:

X. dijo...

Es una mierda cuando las buenas ideas se escapan, o cuando son intraducibles y uno se desgasta tratando de explicar "la belleza" sin resultado alguno. Una peye. Creo que tenés razón, cuando el mundo pierda sentido, así sea momentáneamente, hay que recordar todas las veces en las que uno pensó lo maravilloso que era que las hojas de un árbol se movieran por el viento, o todas aquellas veces que se han hecho ecuaciones con variables tan distantes como nubes y gatos. No sé. Ánimo con las epifanías. Soñar es para nosotros, los niños fuertes :)
Cambio y fuera.
Feliz fin del mundo.

Toronjil dijo...

esa es la cosa, ciertamente