jueves, 18 de noviembre de 2010
Del egoismo
luego, al asumir la culpa se rompe la atadura y el caos auto destructivo para no ser un hecho del conjunto, solo queda el auto juicio, la auto condena religiosa; porque si quien es egoísta en el buen sentido es aquel que busca lo bueno, lo virtuoso y lo bello para si mismo, entonces aparece la duda sobre lo bueno y lo bello. si en nuestra mente de romanticismo religioso lo bueno y lo bello es el auto sacrificio, el salvar a otros renunciando a nosotros mismos, se hace confuso que tanto de este deseo de virtud no es mas que la vulgar búsqueda de gloria ciega, independiente de sus consecuencias, pues es bien visto morir intentando... que pasa si este auto sacrificio absoluto en busca de la salvación de alguien solo le acorrala en el torbellino destructivo y déspota de las razones encontradas?
domingo, 5 de septiembre de 2010
Yo lo ví en mi cabeza
Respiró profundamente, inundando sus pulmones con el olor de la tierra húmeda y el eucalipto, la niebla baja de la mañana se arremolinaba a su alrededor, agitada por una brisa suave y helada que le acariciaba los brazos y le erizaba la piel. Abrió los ojos y miró las formas luminosas entre las hojas de los arboles por donde se filtraba el sol, tratando de absorber con su mirada un poco de su calor; nada más que el susurro de las hojas interrumpía la calma del bosque. El escozor en sus rodillas le recordó lo larga que había sido la noche y, aun agotada y entumecida como se encontraba, sintió un escalofrío al mirar a su izquierda los reflejos destellantes que el lago proyectaba sobre la formación rocosa y la estrecha entrada a la caverna de la que acababa de escapar, colapsando en el suelo solo instantes después de lograrlo y a cuya sombra se debía la parcial oscuridad y el poco calor que podía arrancarle al sol, aun ahora, pasada una hora desde el amanecer. Después de que todo había terminado, la quietud de las aguas y el extraño silencio de los pájaros le hacían eco al vacío que comenzaba a formarse en su pecho; un día más, pensó, otra vez despertaba el mundo a la vida, dejando atrás sin clemencia a aquellos que, por cualquier serie de acontecimientos, se habían extinguido. Sus manos se agitaron inquietas. Por suerte, ella había salido victoriosa esta vez.
martes, 22 de junio de 2010
Omnia mea mecum porto

sábado, 8 de mayo de 2010
Ver

Una mañana estaba en mi casa, y escuché una historia, una de esas que dan curiosidad, curiosidad de saber si de verdad las cosas pueden sorprenderlo a uno si uno finalmente se decide a salirse de sus espacios comunes, algo que, por cierto, siempre he deseado y dicho que voy a hacer y nunca hago. Entonces me di cuenta de que era una de esas mañanas en las que uno se levanta y se da cuenta de estar rodeado de belleza, la belleza para mí siempre se manifiesta con mayor fuerza en los juegos de luz y sombra y luz y color, y mirando afuera, todo estaba cubierto de esa luz solar que precede a la lluvia, y que siempre parece darle a todo un brillo como esmaltado. Normalmente estoy distraída con tonterías de esas que uno tiene que hacer, y lo que yo llamo responsabilidades de circunstancia, o con pensamientos redundantes sobre lo random que parece todo, pero cuando uno se levanta, y es un día en que uno se puede sacar algo de la basura que tiene en los ojos y apreciar un rato la mágicamente imperceptible perfección del mundo y la belleza, que ciertamente anda bien regada en todo y crece por todas parte sin que uno se dé cuenta, como las malezas que se rehúsan a alejarse de las bien planeadas zonas urbanas y empiezan a crecer tercamente entre las rendijas de las aceras y las alcantarillas; esos son los días en los que, por unos segundos de alguna forma de lucidez (porque ya sabemos bien que hay muchas expresiones de lucidez, y muchas de ellas ni la mitad de placenteras), casi tienen sentido las demostraciones de pasión absoluta que invaden a algunos y que por lo general se me hacen tan alucinadas como cualquier otra forma de ficción, pasiones por la música, o el deporte, o cualquier otra actividad que exija una entrega total, ciega y desesperada en busca de su perfeccionamiento absoluto, que es algo más que incomprensible para mí, y por demás fuera de mi alcance. Casi tiene sentido el amor, que siempre me ha parecido de las cosas más abstractas, desconocidas y difíciles de aceptar, y que ciertamente solo se me ha hecho verídico entre personajes de alguna forma de ficción, de esos que por serlo no puedes modificarlos, ni cuestionarlos, pues eso son, para eso fueron creados, solo así existen, en ese intervalo de vida narrativa y no son más que una verdad en sí mismos, dentro de sus pequeños e inalcanzables mundos creados. Casi no importa la falta del sentido, o el orgullo establecido o las dudas sobre el valor de este irrelevante intervalo de tiempo que represento; casi veo las vidas de las miles de personas que tuvieron que vivir y tomar alguna especie de decisión para que en este momento existiera yo y cualquier otra persona ahora respirando sobre la tierra. Casi es gracioso ver que nada importa realmente, ninguna lucha vana, que los días solo pasen y no se sepa el porqué de absolutamente nada. De repente casi se puede dejar de apretar los puños y soltar los músculos en el esfuerzo para no caerse y dejarse llevar por el río. Casi se puede dejar de mirar al mundo con sospecha. Casi. Luego, llega alguien y rompe la burbuja de la lucidez, y con los gritos groseros, los puños airados y los pitos enfurecidos de los carros, cae irremediable la avalancha de estupidez común. Entonces tengo que pestañear repetidas veces, para volver a cubrirme de desinterés y aburrimiento, y luego salir a la calle, a hacer cosas absurdas de ciudadano.
viernes, 23 de abril de 2010
Repetición

En estos días estuve pensando que uno puede buscar en internet información sobre absolutamente todo lo que se le ocurra, así que alguien en algún momento de la historia ya pensó lo que uno piensa, ya lo dijo, ya tuvo esa duda. Este reconocimiento de uno de los hechos más obvios de la historia me produjo cierto miedo, pues realmente ¿qué de las cosas que tengo en mi cabeza las pensé yo? Si finalmente soy una mezcla de pensamientos e ideas ya existentes y pegadas de cualquier manera ¿cómo puedo pensarme un ser aparte? ¿Cómo se que son mis palabras lo que sale de mi boca? Finalmente somos una sucesión del mismo evento en el tiempo. Un estado constante de déjà vu.
Putting on a show

Aun cuando me considero de las personas más mentirosas que conozco, a veces esta necesidad de cortar la vida en fragmentos diferentes como caras en un diamante se hace demasiado agotadora, porque, realmente todo este tipo de modificaciones del comportamiento, ese esconder y sacar pedazos de uno dependiendo de la circunstancia o el espectador es un verdadero fastidio, todo eso sin siquiera contar el manejo de las absurdas estructuras sociales en los diferentes círculos; que montaña de shit! Todo el tiempo caminando como de puntitas entre un campo minado, listo para estallar al momento en que pises la susceptibilidades de alguien; poniendo capa tras capa de barniz sobre lo que sea que alguien pueda llegar a considerar, en algún momento como una ofensa o una falla de carácter, añadiendo cada vez más peso mugre y ruido a la cabeza. Lentamente nos hacemos basureros andantes llenos de porquerías que no son de uno y que solo lo ponen a caminar lento, y luego, gracias a todos los adornos, excesos y tonterías con las que se pone más peso innecesario (and just for the sake of doing things in the way theyr’re supposed to give you less trouble), empieza uno a rodearse de gente que se llena de basura para cuadrar con la basura que uno escogió ponerse encima. Que circulo vicioso más absurdo, ¿cuántos problemas no se ahorraría uno si solo mostrara las capas menos pulidas de su ser sin importar los resultados? Al menos se ahorraría el trabajo de decorar su vida, de tener que contar con lo que pueda ofender a otros, es decir, con evitar admitir públicamente que tan egoísta es uno y actuar en ello, pero que eterno ejercicio innecesario ocultar que ciertamente a uno no le importa si determinada persona se ofende con lo que uno piensa de su idea de lo correcto, o de lo importante, o de lo interesante, solo por sabrá Miruz que deuda inexplicable que parece hemos contraído con absolutamente todo el mundo, y que nos hace creer que les debemos alguna clase de condescendencia. Parece que simplemente todos los procesos creados para evitarse problemas con la gente, o para evitar que lo jodan a uno, terminan siendo otra máquina enorme de energía desperdiciada, otro motivo para convertirnos en el ruido dentro de nuestras cabezas.
jueves, 18 de febrero de 2010
Un día.

Un día, por una razón específica, mis pensamientos se fragmentaron. Descubrí que todos tenían cuatro lados, tres dimensiones y diferentes tamaños, también descubrí que al concentrarme en uno perdía otro, pero la concentración, aunque era mucho mayor de lo normal, era muy dificil de mantener por más de unos cuantos segundos. Las sensaciones fueron otro cuento, ellas podían modificar las propiedades de todos los pensamientos, sus colores, mezclarlos y crear resultados absurdos. Nada mejor que el absurdo.Escuchar fue ciertamente una experiencia interesante, como apagar la banda sonora que inunda mis oidos en todo momento, y despertar un poco a las cosas fuera de mi cabeza.
A veces pienso que tal vez habría sido mejor en otro contexto, con otras expectativas, o sin expectativas. Con más espacio y más tonterías.
lunes, 8 de febrero de 2010
Lista (corta) Descriptiva, Muy Subjetiva Y Groseramente Generalizante De Mi Generación

(Siendo parte de esta generación, no tengo problema alguno con la gran mayoría de estas características; es más, muchas de ellas son en realidad mis opiniones y las pongo así por mi vicio desagradable de asumir que todos creen lo que yo)
· Esta generación tiene una carencia sobresaliente de ideología en comparación con las generaciones pasadas, no hay luchas nuevas, solo peleas viejas en las que nadie cree, nadie tiene una idea apasionada y novedosa con la que pretende cambiar al mundo, nada por qué morir, lo predominante es una indiferencia absoluta.
· No hay pasiones, hay obsesiones
· Esta generación esta irremediablemente aburrida, es la generación del hastío.
· Esta generación nada en un mar de palabras que no se deben decir, anda de puntitas para no herir sensibilidades, pero solo porque es lo que se debe hacer, de nuevo, nada de convicción.
· Comparte un pensamiento casi unificado de que lo decadente es cool. (esta característica fue realmente heredada)
· Esta generación puede en su mayoría ser descrita como una de ciudadanos del mundo, el patriotismo ha muerto un poco, las divisiones son solo la forma de organizar gente.
· Los limites de correcto e incorrecto son muy borrosos pero al tiempo la gran mayoría tenemos alguna parte de mojigatos pendejos (esta característica es realmente un desarrollo progresivo muy normal entre la gente)
· Es una generación llena de ruido (ditto)
· Supuestamente cada vez sabemos más, pero realmente recordamos menos.
· Hambre eterna y creciente por entretenimiento de cualquier clase.
· Estamos medio dormidos la gran mayoría del tiempo.